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VELÁZQUEZ, UN REFERENTE PARA PICASSO La admiración que Picasso sentía por la obra de Velázquez se hace evidente a lo largo de toda su trayectoria artística y de ello se conservan diversos testimonios en el Museu Picasso de Barcelona. Pablo Picasso quedó impresionado por Las Meninas de Velázquez desde su primera visita al Museo del Prado, en el verano de 1895, aunque en aquel momento se interesó más por dos retratos de personajes marginales de la corte de Felipe IV. Testimonios de esa visita al Prado son las copias de El bufón Calabacillas y de El Niño de Vallecas. Por esos años, Picasso hizo suya la tradición de la retratística española del Siglo de Oro en diversos de sus autorretratos, aunque la alusión más directa a Velázquez se da en el Retrato de la tía Pepa Cuando en el curso 1897-1898 Picasso se matriculó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, dedicó gran parte de su tiempo a hacer de copista en el Museo del Prado. En esos meses llevó a cabo una
Copia de un retrato de Felipe IV La huella de Velázquez se deja sentir también en las producciones artísticas posteriores a la guerra civil. Entre 1938 y 1939 -poco después de que el gobierno nombrara a Picasso director honorífico del Museo del Prado-, ejecutó los tres retratos de Jaume Sabartés |
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