El final del número, 1901
Cuando Picasso llega a París en el otoño del año 1900, lo hace cargado de expectativas vitales y artísticas, y con numerosas referencias de artistas admirados por el círculo modernista barcelonés, como Toulouse-Lautrec, Degas o Manet, entre otros. Seducido por el mundo de la bohemia, los cafés y los cabarés, presenta en sus obras a sus protagonistas: amigos y conocidos, así como artistas de los espectáculos que frecuenta. En la obra "El final del número", Picasso muestra a una vedette parisina que saluda al público al término de su actuación. La retrata con sus característicos guantes largos, el cabello rojizo recogido sobre la cabeza, el vestido ceñido al cuerpo y un ancho collar ajustado al cuello. Representa a una artista delicada, estilizada y elegante, alejada de la imagen de acento grotesco con la que Toulouse-Lautrec plasma a sus cantantes de cabaré...
