De la caricatura del “sueño y mentira” de Picasso a la de “las coplas” de Toño Salazar
El eje que vertebra nuestra exposición “Viñetas en el frente” son dos aguafuertes y aguatinta al azúcar con raspado que componen Sueño y Mentira de Franco. Picasso editó estos gravados en París, el mes de junio de 1937, en plena Guerra Civil española, con el objetivo de recaudar dinero para la causa republicana.
En el contexto de la exposición, las estampas se ponen en valor, se presentan en toda su esencia y, a continuación, se relacionan, se socializan, con un conjunto pluridisciplinar de obras, ¡más de ciento veinte!, de diferentes autores. Pinturas, grabados, dibujos, fotografías, libros ilustrados, documentales, revistas, carteles de autores que van desde Goya al propio Picasso pasando por Grosz, Heartfield, Helios Gómez, Luis Seoane, Brangulí, Josep Maria Sagarra, Centelles, Pérez de Rozas, Josep Renau, Mauricio Amster, Mariano Rawicz…
En este punto nos parece relevante destacar la participación del caricaturista, ilustrador y escritor salvadoreño Toño Salazar, autor de las magníficas ilustraciones del libro de Rafael Alberti, Las coplas de Juan Panadero de 1949, cuyos dibujos originales –son siete puesto que uno está en paradero desconocido- se exponen en el Museu Picasso de Barcelona –hasta el 29 de mayo- y, posteriormente, en el Museo Picasso de Málaga –del 20 de junio al 2 de octubre.
Alfred Jarry. El verdadero retrato de Ubu rey. 1896. Xilografía (prueba XIV/XX). Bibliothèque Nationale de France
Picasso vio en el personaje literario de Ubu rey, creado por el escritor Alfred Jarry en 1896, la caricatura del general Franco, protagonista de las viñetas que componen los grabados: “Cada hombre lleva su Caricatura, como lleva su propia vida, su propia muerte (…)” decía Salazar, autor del libro Caricaturas 1930 prologado por el artista Kees Van Dongen.
Desde su adolescencia vivida en El Salvador fue conocedor de la obra del caricaturista barcelonés Lluís Bagaría y de publicaciones periódicas ilustradas como las revistas Simplícissimus, L’Assiette du Beurre y Le Rire. Tras su paso por México, París, Nueva York, Argentina y Montevideo volvió a El Salvador.
Salazar era un artista constantemente en acción a quien gustaba escuchar el paisaje y afirmar que “(Las) ciudades y pueblos (de El Salvador) tienen la onomatopeya del terremoto: Tonacatepeque, Sonsonate, Zacatelocuca…”
Destacó por su constante lucha antifascista y a favor de los derechos de los pueblos. Hombre cosmopolita donde los hubiere, fue considerado el eslabón entre Europa y América.
Toño Salazar “En la cola, un pistolón / y una tibia por bastón, / va don Paco el ferrolano / pisando el solar hispano”. 1949. Tinta xinesa sobre cartonet. Museo de Arte de El Salvador. Colección Toño Salazar, familia Sagrera Guirola.
Para Toño Salazar “La Caricatura es como esas divinidades hindúes de múltiples manos: todo lo toca, es como ciertos dioses que están esperando una pequeña provocación para presentarse; es como el fantasma de las mesas de espiritismo: un instante propicio, y estaremos confundidos con su aparición. Hay una pequeña corriente, una pequeña brisa inteligente de disparate, que envuelve todo, que rodea toda situación, como un oxígeno que ayudará a la vida de lo contradictorio que se incuba en cada cosa!”
Fue un gran admirador de Picasso a quién dedicó varias caricaturas a lo largo de su vida. En la exposición de grabados de Picasso que tuvo lugar en El Salvador, ante el silencio en torno a ella, Salazar manifestó impaciente: “Le estamos regalando a este gran artista, lo que nadie le ha obsequiado: ¡Silencio!”.
Claustre Rafart i Planas
Co-comisaria de la exposición “Viñetas en el frente”
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