La espera (Margot)
La espera (Margot)
La espera (Margot)
En 1901, Picasso viajó por segunda vez a París. Con la ayuda del crítico Gustave Coquiot, el marchante catalán afincado en la capital francesa Pere Mañach convenció al galerista Ambroise Vollard —uno de los más destacados de finales del siglo xix y principios del siglo xx— de que organizase una exposición del joven artista ese verano. En la muestra, que se celebró de manera conjunta con Francisco Iturrino en junio, Picasso presentó sesenta y cuatro pinturas y algunos dibujos, la mayoría inspirados en la vida parisina. Palau i Fabre y Pierre Daix, entre otros, coinciden en que "La espera" es, casi con seguridad, la obra que, bajo el título "La morfinómana", figura con el número 9 en el catálogo de esa exposición.
Se desconoce la identidad de la joven retratada; según testimonio del propio Picasso, se trata de una mujer que veía en un café pero que no despertaba en él un particular interés. En la noche, sus espacios y los personajes que los habitaban, el artista encontró un motivo de fascinación y un tema a partir del cual experimentar los diferentes lenguajes de los movimientos de vanguardia, con los que ya había entrado en contacto durante su primera estancia en París en 1900. Por otro lado, la mirada vidriosa y perdida de la protagonista de este óleo sugiere la adicción a la morfina, un tema que encuentra precedentes en obras de artistas como Rusiñol, Anglada Camarasa o Van Dongen.
Técnicamente, Picasso experimenta con un lenguaje próximo al divisionismo de Seurat y Signac, y también cercano al Van Gogh de las composiciones creadas a partir de pinceladas de color gruesas, cortas y dinámicas, en ocasiones perfiladas en negro. En cuanto al tratamiento cromático, el artista anticipa soluciones que más tarde desarrollará el fauvismo. El uso de colores vivos, en este caso el rojo, domina la composición y resalta tanto la figura y el rostro como el fondo. Este tipo de cromatismo y la técnica se repiten en "La nana" (MPB 4.274), obra del mismo año y también perteneciente a la colección del museo.
La exposición celebrada en la galería Vollard tuvo un éxito relativo y se vendieron cerca de la mitad de las obras. No se sabe con certeza cuándo vendió Mañach este óleo al coleccionista catalán Lluís Plandiura, a quien la Junta de Museos se lo compró en 1932; en 1963 pasó a formar parte de la colección del museo.
Ubicada en
CP Sala 0668.5 cm x 56 cm
Compra Plandiura, 1932
MPB 4.271