El abrazo
El abrazo
El abrazo
La producción de Picasso durante su primera estancia en París constituye su respuesta a los estímulos artísticos y visuales que le suministraba el nuevo entorno. En este contexto de asimilación de fuentes directas, que en algún caso el artista ya conocía por publicaciones, hay que situar "El abrazo".
El empleo de la técnica del pastel, que Picasso ya había utilizado, experimenta un incremento en este período, sin duda motivado por la influencia de la obra de virtuosos como Toulouse-Lautrec o Degas. La pareja protagonista de este pastel se resuelve mediante trazos violentos aplicados en paralelo y un cromatismo vibrante ligado posiblemente a la representación de una escena nocturna. La composición presenta una verticalidad poco habitual en obras coetáneas de Picasso. El tema remite a la iconografía de artistas como Steinlen o Munch, y más remotamente a Rodin. Escenas de parejas abrazándose en espacios públicos y con referencias al mundo obrero podían encontrarse, por ejemplo, en ilustraciones de Steinlen para la revista Gil Blas, que a su vez evocan la literatura naturalista de la época. Picasso trató el mismo tema también en obras realizadas con otras técnicas como el lápiz, el carboncillo o el óleo. Esta temática tiene algún precedente en diversos dibujos barceloneses del período 1899-1900, que forman parte de la colección del museo, y posteriormente se consolidaría en París con óleos coetáneos de escenas de interior y exterior. Entre las primeras se pueden citar las pinturas que, con el mismo título, "El abrazo", se conservan en el Museo Pushkin de Moscú y en la Galerie Beyeler de Basilea; de las segundas, cabe destacar el óleo también homónimo que, perteneciente a una colección particular, recrea la misma composición y los mismos personajes que este pastel.
Se sabe que esta obra resulta de una composición que fue fraccionada, pues existe un fragmento propiedad de una colección particular que en su momento se segregó del cuerpo principal. Se trata de una tira vertical ocupada por un edificio y un carruaje. En la visión completa de la obra, la pareja pierde la centralidad de la composición, la prolongación de la calle otorga profundidad a la escena y el carruaje dota de dinamismo a un espacio que aquí aparece dominado por dos figuras cuya fusión estática las sitúa en un plano de carácter escultórico. Probablemente, la obra fue fraccionada poco después de su ejecución, ya que las firmas de ambas partes son casi idénticas.