Montañas de Málaga
Montañas de Málaga
1896
Montañas de Málaga
La familia Ruiz Picasso regresó a Málaga de vacaciones los veranos de 1896 y 1897. Su estancia de 1896 en la finca-trujal de Llanes que los padrinos de Picasso, los Blasco Alarcón, tenían en las afueras de la ciudad proporcionó al joven artista la oportunidad de llevar a cabo un estudio exhaustivo de las montañas de la zona, como atestigua esta tela, la más importante de aquel momento y para la que Picasso ensayó con tres estudios preparatorios: un óleo y dos tabletas que también se conservan en el Museo. La pincelada pastosa y espesa que aplica a la pieza, junto con la ausencia de línea ―remplazada por la combinación de pinceladas de colores vivos― y con una luminosidad intensa, marca su primer distanciamiento respecto a las doctrinas académicas, a la vez que supone un serio intento de afirmar su personalidad. Cabe decir que Picasso ya había recibido por entonces el impacto lumínico y cromático de las obras pleinairistas de la denominada “Colla del Safrà”, un grupo de jóvenes artistas catalanes integrado por Isidre Nonell, Joaquim Mir, Ricard Canals, Ramon Pichot, Adrià Gual y Juli Vallmitjana. Estos abandonaron la Escuela de Bellas Artes precisamente el mismo año en que se había matriculado él, hartos del estancamiento de los postulados académicos impartidos y resueltos a pintar al aire libre. Algunos de esos jóvenes participaron en la Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas de 1896, donde Picasso pudo ver-los, pues allí presentó el óleo “Primera comunión” (MPB 110.001).
1896
60.5 cm x 82 cm
Donación Pablo Picasso, 1970
MPB 110.008