Ubú pintor. Alfred Jarry y las artes
La primera representación de Ubu Roi, de Alfred Jarry, en 1896, fue un escándalo. Trataba de un personaje desmesurado y cruelmente cómico que más adelante se convertiría en un mito: «Rey de Polonia, es decir, de ningún sitio», tirano codicioso «enorme», un glotón infame y su «mierdra» que suelta con las seis letras desde la primera réplica. Gracias a este personaje, Jarry conoció la fama desde joven hasta convertirse en una suerte de personaje célebre. Adoptaba, en las circunstancias más imprevistas, el papel de Ubú con su acento, sus extravagancias, sus formas, etc. Ese mismo año redactó Gestes et opinions du Dr. Faustroll, pataphysicien, obra que no aparecería publicada hasta 1911. En ella, Jarry definía la «patafísica» como «la ciencia que se añade a la metafísica, bien en sí misma, bien fuera de ella, y se entiende más allá de esta, tan lejos como esta se encuentra de la física (...) La patafísica es la ciencia de las soluciones imaginarias que atribuye simbólicamente a los contornos las propiedades de los objetos descritos por su virtualidad». En 1907, cuando Jarry murió en el hospital de la Charité a los 34 años, dejó una densa obra literaria. Aunque apenas escribió sobre pintura, a Jarry le apasionaba y hasta realizó sus propias obras, lo que llamó la atención de Guilleaume Apollinaire.
De Jarry se conocen, además de los grabados de madera con que ilustró sus publicaciones, numerosos dibujos y algunas pinturas al óleo. Entre los artistas que se interesaron por él hasta el punto de convertirse en amigos suyos se encontraban Henri Rousseau, Paul Gauguin o Charles Filiger. También mantuvo amistad con Edouard Vuillard y Pierre Bonnard, así como con Felix Vallotton, que ilustraron algunas de sus obras. Después de la desaparición de Jarry, fue otro grupo artístico –que incluía a Jean Puy o Georges Rouault– el que le tomó el relevo e ilustró diversos libros de Ambroise Vollard sobre Ubu.
Los surrealistas mantuvieron una relación profunda y ambiciosa con el personaje de Ubú y le asignaron un lugar privilegiado en su iconografía. En 1923, Max Ernst pintó Ubú Emperador transformado en algo parecido a un alto horno construido con ladrillos. Tres años después, Marcel Duchamp creó Anemic Cinema, junto a Man Ray e Yves Alléget. En 1937, el grupo surrealista al completo se movilizó con motivo de la primera representación de Ubú encadenado, dirigido por Sylvain Itkine, con decorados de Max Ernst. El folleto que la acompañaba reunía dibujos de Yves Tanguy, Joan Miro , Rene Magritte, Man Ray o Pablo Picasso. De este último no se debe pasar por alto la admiración que le profesaba a Jarry, del que poseía el manuscrito de Ubú cornudo, texto que, según ciertos testigos, se sabía de memoria casi por completo y que ejerció un papel fundamental en la génesis de su propia obra Le désir attrapé par la queue, que escribió en 1941.
En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, hay que subrayar la importancia de la creación del Colegio de Patafísica, que tuvo un papel fundamental en el estudio y la difusión de la obra de Jarry. El colegio se presentaba como «una sociedad de investigaciones eruditas e inútiles». Entre sus miembros destacan los pintores Marcel Duchamp, Man Ray, Joan Miro , Max Ernst, Jean Dubuffet, Asger Jorn, el cineasta Rene Clair, el matemático Francois Le Lionnais, el explorador Paul-Emile Victor y los poetas y dramaturgos Jacques Pre vert, Raymond Queneau, Boris Vian, Michel Leiris, Georges Pe rec y Jean Ferry. De hecho, durante el siglo XX, numerosos artistas emplearon a Ubú en sus obras.
La exposición Ubú pintor sobre Alfred Jarry que presentamos reunirá no solo las obras del propio Jarry –recogidas en diferentes materiales como libros, revistas, obra gráfica y dibujo–, sino que también pondrá en relieve la trascendencia de su legado, que se mantiene hasta nuestros días. En este sentido, reunirá la obra del dramaturgo francés y la de los artistas de su círculo más inmediato como Pierre Bonnard, Paul Gauguin, Henri Toulouse-Lautrec, Charles Filiger y los Nabis. Incluirá un apartado destacado que tratará el impacto del dramaturgo en la generación surrealista: Andre Breton, Antonin Artaud, Pablo Picasso, Joan Miro, Max Ernst, Victor Brauner y Dora Maar.
Otro momento importante en este contexto y que tendrá un espacio destacado, se centrará en la creación del Colegio de la Patafísica (Collège de Pataphysique) con artistas como Hean Dubuffet, Enrico Baj o Asger Horn. La exposición tendrá un capítulo dedicado a artistas contemporáneos como Robert Wilson y William Kentrifge, que exploran la vigencia de las temáticas que Jarry trató en su obra con personajes despóticos, corruptos y totalitarios.
La exposición, que ocupará las dos plantas del Palau Finestres del Museu Picasso de Barcelona, pretende mostrar el alcance de Jarry de una manera completa y extensa, por lo que reunirá préstamos procedentes de colecciones tanto públicas como privadas de Europa y Estados Unidos.
Un último aspecto y no menos importante que tratará la exposición es la recepción de la obra en Cataluña. Ubú rey se representó por primera vez en 1964, a puerta cerrada, en la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual. Pilar Aymerich la dirigió, hizo la traducción amateur y también un reportaje de 36 fotografías, algunas de las cuales se publicaron en la crónica de Joan Segarra en La Vanguardia. Es notable también La muerte del Merma, espectáculo que parte y explora la personalidad teatral de Ubú, concebido por la compañía La Claca y Joan Miró. El 30 de enero de 1981, el Teatre Lliure lanza Operació Ubú, la segunda gran adaptación en Cataluña de la obra de Jarry, después de La muerte del Merma. Se trata de una producción del Teatre Lliure con Albert Boadella como escenógrafo invitado, en la que la mayoría de los intérpretes forman parte de la compañía permanente del Lliure, Els Joglars. Los papeles del padre y la madre de Ubú fueron interpretados por Joaquim Cardona y Anna Lizaran, mientras que Fabià Puigserver asegura la escenografía y se encarga de los trajes y la realización de las máscaras, lo que le merece numerosos elogios.
El proyecto se acompaña de una publicación en cuatro idiomas que actúa como catálogo de la exposición, cuyo objetivo es contribuir al conocimiento de la figura de Alfred Jarry y su obra. Esta publicación aspira a convertirse en un catálogo de referencia, mostrando las piezas que estarán presentes en la exposición y una extensa documentación sobre la materia. Al ser un tema bastante inédito en nuestro contexto, se espera que tenga una influencia y relevancia significativas a nivel internacional.
La programación pública quiere poner el acento en la actualidad del pensamiento de Jarry. En alianza con el Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña, planteamos un proyecto territorial con los institutos que imparten Bachillerato de Artes escénicas; con el Institut del Teatre de Barcelona, una revisión o incluso alguna recreación de las míticas representaciones de Ubú con marionetas, además de charlas y conferencias sobre la actualidad de Ubú y del abuso de poder en los sistemas totalitarios.
Con el apoyo excepcional de:

Con la colaboración de: MAE