El padre del artista
El padre del artista
El padre del artista
El padre de Picasso, José Ruiz Blasco, era pintor y ejerció como profesor en las escuelas provinciales de Bellas Artes de Málaga, de 1875 a 1890; de La Coruña, de 1891 a 1895, y de Barcelona (Escola de Llotja), de 1895 a 1913. Además, entre 1879 y 1890, fue conservador-restaurador del Museo Municipal de Málaga. Su figura constituyó un importante referente durante los años de formación académica del artista, y se erigió como uno de los modelos a los que más dibujos y pinturas dedicó en esa etapa. El museo conserva muchos de estos retratos, entre ellos, acuarelas, dibujos y pinturas al óleo.
En esta acuarela datada en 1896, José Ruiz aparece en posición de tres cuartos, como si para el joven artista se tratase de un ejercicio destinado a representar el rostro en los diferentes ángulos. Pero el estudio no se limita a una representación superficial, sino que profundiza en la psicología del personaje. La iluminación lateral lo muestra inmerso en la dualidad del claroscuro, que acentúa la expresividad de la parte visible del rostro y la de la mirada. Mediante una pincelada corta y ligera, el trazo seguro y la disposición de la mancha, Picasso supo captar la expresión melancólica de su padre en el momento de ser retratado.
Por lo que respecta a la aplicación del color, empleó una amplia gama tonal del carmín, saturado en algunas zonas y diluido o con manchas en otras. Para el blanco, se valió de la base del papel —recurso característico de esta técnica— con objeto de alcanzar los efectos de luminosidad, los volúmenes de las facciones y el contraste que realza la figura. La acuarela conserva su transparencia, y capta la inmediatez del instante en que se realizó el retrato.
Se reconocen todos los rasgos característicos del personaje y se puede establecer una comparación con los demás retratos paternos de ese mismo período, como el de perfil de color azul o el retrato frontal apoyado en un brazo, también a la acuarela, entre otras pinturas al óleo y dibujos a tinta o a lápiz.
Brassaï, en sus Conversaciones con Picasso (1964), recoge las palabras del artista cuando, en 1943, afirmaba: «Cada vez que dibujo a un hombre, pienso sin querer en mi padre [...]. Para mí, todos los hombres son "Don José" y será así toda mi vida. Llevaba barba [...]. Todos los hombres que dibujo los veo más o menos con sus rasgos.»
25.5 cm x 17.8 cm
Donación Pablo Picasso, 1970
MPB 110.331