Primera Comunión
Primera Comunión
Primera Comunión
En "Primera Comunión", Picasso se enfrenta por vez primera a una obra de gran formato. El lienzo fue realizado en el taller del pintor José Garnelo Alda, al que Picasso, por indicación paterna, acudía para completar su formación. La pintura de Garnelo, profesor y amigo de José Ruiz, además de hermano de un compañero de Picasso en la Llotja, estaba especializada en temas religiosos y moralizantes, por lo que Picasso pudo encontrar en su estudio todos los objetos litúrgicos de referencia para esta composición.
Es probable que el padre del artista y el propio José Garnelo escogieran el tema de este óleo destinado a ser presentado en la Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas de Barcelona de 1896: por una parte, estas eran las temáticas que en las exposiciones oficiales obtenían los galardones que José Ruiz deseaba para su hijo y, por otra, Garnelo conocía el tema en profundidad —de hecho, tres años antes, él mismo había pintado un óleo que representaba a una muchacha sentada de frente y vestida para la misma celebración.
La composición de la obra responde, en su equilibrio, a los patrones académicos. Por un lado, está el grupo formado por la niña vestida de primera comunión y arrodillada en un reclinatorio con un misal —figura en la que se reconoce a Lola, la hermana de Picasso—; el personaje masculino que ejerce de padrino, identificado como el doctor Vilches, amigo del padre de Picasso, y la madrina, que, según Palau i Fabre, es la esposa del médico. Las tres figuras aparecen dispuestas de perfil en tres planos diferentes para dar profundidad al lienzo. Por otro lado, la figura del monaguillo, que corresponde al hijo del matrimonio Vilches, contribuye a equilibrar la composición.
La iluminación de la escena, que proviene de un punto situado fuera de la composición, así como el tratamiento traslúcido del velo de la niña, de la sobrepelliz del monaguillo y del mantel de altar, si bien son convencionales, evidencian un conocimiento técnico sorprendente teniendo en cuenta la edad del autor. El cromatismo de la obra responde también al gusto de la época y es acorde con la temática religiosa: tonos rojizos en las paredes y en el reclinatorio que contrastan con el vestido de la niña, de un blanco intenso. Los discretos motivos de la alfombra y del mantel a rayas, junto a la alegre coloración de las flores del altar, enriquecen el cromatismo del conjunto.
El museo conserva dos estudios para Primera Comunión en un cuaderno de dibujo en el que Picasso esboza la figura de Lola, arrodillada en un reclinatorio leyendo el misal. Por otra parte, el artista recurrió a la figura del monaguillo en varios esbozos y composiciones que también se conservan en el museo.
Ubicada en
CP Sala 02165 cm x 117 cm
Donación Pablo Picasso, 1970
MPB 110.001