Picasso. Grabados, 1900-1942

Picasso produjo a lo largo de su vida más de dos mil grabados. Esta exposición presenta una selección del período 1900-1942, grabados de gran virtuosismo técnico representativos de la iconografía picassiana.

Picasso amó apasionadamente el grabado, es una buena prueba la fecundidad sorprendente que muestra en este campo: produjo más de dos mil grabados (sin contar los diferentes estados), algo que lo convierte en el grabador más prolífico del siglo XX y, seguramente, en el más importante. De este enorme conjunto, imposible de presentar íntegramente, se ha hecho una selección de obras del período 1900-1942, piezas de gran virtuosismo técnico representativas de la iconografía picassiana. Gran parte de la exposición la integran series de estados, puesto que es la mejor manera de mostrar cómo trabajaba el artista y cómo, a veces, cambiaba radicalmente de idea y, por tanto, también toda la significación de la imagen. A lo largo de la exposición, la comisaria, autora del catálogo razonado de la obra gráfica de Picasso, propone dos lecturas: la primera intenta explicar este tipo de “diario” de emociones, y no de hechos, que parece haber sido el grabado para Picasso; la segunda trata de la técnica y de lo que el artista —impaciente, inventivo, y podríamos añadir, mañoso— ha realizado para afrontarlo con el lenguaje cotidiano, y no con el argot del especialista.